Poesía
No soy una tormenta.
Tampoco soy un día de madrugada.
Tampoco la voz del silencio.
O una apnea de sueño de la noche
Tampoco soy negativo ni flojo.
Tampoco soy una pesadilla.
No soy un sueño de la nada.
Tampoco una estrella fugaz.
No soy lo optimista que debiera.
Tampoco lo negativo que quieren.
Soy fruto de la desgracia y la tormenta.
Y también un flujo de sentimientos que son puros.
Aveces adivino demasiado.
Aveces le culpo al silencio.
Aveces me digo que hoy no puedo
Quizás por el miedo me lastimen.
Aveces soy una penumbra en el paseo..
Aveces un niño que solo quiere jugar.
O aveces un ser muy sensible
Que busca en el sentimiento su casa.
Aveces sońamos con llegar lejos
Y aveces decimos hasta aquí
Aveces el órgano toca una melodía
Pero es el viento que me habla por estar despierto
Aveces solemos buscar un culpable
Sin ver nuestro error o nuestro miedo
Aveces queremos ser fuertes.
Pero la realidad se vuelve peor.
Nunca soltaré la mano al mundo.
Tampoco dejaré de soñar..
Eso sí me alejaré de la gente que no aporta.
Y sonreír siempre a Dios es de sabios.
Es de necios lo contrario.
Pues el alma solo busca la vida.
El oxígeno la cordura..
Seguiré aquí pegandome con el silencio .
Quizás el brusco invierno quede olvidado.
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